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martes, 25 de marzo de 2014

Encuentro de los Hermanos más jóvenes del Distrito




 Encuentro de los Hermanos más jóvenes del Distrito
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Entre los días 21 y 23 de marzo, los Hermanos de menos de 41 años del Distrito ARLEP, nos juntamos en Madrid, para compartir la realidad que cada uno va viviendo a nivel humano y de vida religiosa, en un diálogo conjunto con los Hermanos Visitadores.
Al encuentro acudimos un total de 28 Hermanos. Aunque la llegada se fue escalonando a lo largo del viernes, con los diversos viajes desde distintos puntos de la península y las islas, el encuentro propiamente comenzó su dinámica el sábado.
HHSub4102Después del desayuno tuvimos un tiempo de oración en el que integramos la Palabra y el cuerpo. Y comenzamos a continuación el tiempo de reunión, para comentar nuestra situación vital. Ante la pregunta de qué nos mantenía como Hermanos, surgió un sentir común sobre el valor de nuestra identidad. En ese ámbito aparecían términos importantes en nuestra vocación como la Comunidad, la misión y la fe compartida, en la realidad lasaliana actual.
Tras el momento de la comida, los Hermanos Visitadores tomaron la palabra para compartir, desde su visión del Distrito, qué esperan de nosotros. A los Hermanos jóvenes, en una opción conjunta con el resto de lasalianos, en disponibilidad al proyecto común, se nos pedía ese testimonio de fe, compartida en Comunidad, y con la vista puesta en los más necesitados. Surgió luego un momento de diálogo y ecos.

La dinámica de la segunda mitad de la tarde siguió una línea de oración y deseos compartidos. Cada Hermano tuvo un tiempo personal de oración y reflexión, para poder compartir, posteriormente, en qué podía concretarse la síntesis de lo que llevábamos de día. Poco a poco fue surgiendo una preocupación común por la construcción del Distrito, superando las realidades de los sectores, y pensar en proyectos comunes, en un ámbito de comunidad y con el horizonte de la misión compartida con otros lasalianos.
La oración de la tarde, cuidada al ritmo de la lectio divina, con tiempos de meditación y canto en torno al encuentro de la samaritana, dejó paso a la cena y a un tiempo de ocio compartido antes de ir a dormir.
La mañana del domingo la comenzamos con el desayuno y la continuamos con la oración. Cada uno de nosotros pudo poner en el cántaro común, compartido, esa parte de agua que es, que se mezcla profundamente y es surtidor de otra Agua para quienes nos rodean.
La dinámica posterior de la mañana aterrizaba en la realidad de cada Hermano en torno a cuatro binomios que encontramos en nuestras vidas. Por un lado, un primer binomio “Intimidad – Trabajo”, otro polo “Mundo personal – Mundo comunitario”, un tercero sobre la “Entrega en lo local – Sentido universal” y un cuarto binomio en torno a “Necesidades personales – Necesidades institucionales”. Después de un breve tiempo de reflexión, hubo un rico tiempo común de compartir profundo.
En el descanso, después de la foto conjunta, evaluamos el encuentro, donde coincidimos los Hermanos en el agradecimiento por la vida compartida, la reflexión y el diálogo tranquilo con los Visitadores.
La Eucaristía final, cuidada y significativa, con un texto del Fundador, nos invitaba a ser cántaros que se entregan y derraman el agua de la Vida. Al terminar la comida, y tras las despedidas, cada cual volvía a su Comunidad.